La comunicación entre el hipocampo y la corteza prefrontal durante la expresión de habilidades cognoscitivas

Diversos estudios sugieren que diferentes sub-regiones de la corteza prefrontal (CPF) sustentan las funciones ejecutivas involucradas con la expresión del lenguaje, el razonamiento lógico, la memoria de trabajo y la flexibilidad conductual. Por otro lado, también se ha establecido que dichas regiones prefrontales son requeridas en diferentes tipos de procesos cognoscitivos/conductuales, dependiendo de las interconexiones que establecen con estructuras mesencefálicas, límbicas o con regiones parietales y temporales. De esta manera, se ha propuesto que la CPF constituye una interfase entre regiones límbicas y cognoscitivas, que participan en el procesamiento de información y en la modulación de la conducta.
Ya que la comunicación selectiva entre áreas neuronales es un componente importante para el procesamiento neural subyacente a la cognición. Se piensa que los ritmos cerebrales son un mecanismo fundamental para modular, filtrar y redirigir la información en el sistema nervioso, debido a que los circuitos neurales presentan características óptimas para oscilar en un amplio rango de frecuencias. En este sentido se ha propuesto que las oscilaciones de actividad theta son uno de los mecanismo clave para el acople dinámico entre la formación hipocampal y la CPF en la dirección de la conducta guiada por la información almacenada en la memoria declarativa de tipo episódica.
Aún cuando no se han esclarecido en su totalidad los mecanismos que sustentan la actividad oscilatoria theta, es ampliamente aceptado que un aumento en el poder de dicha actividad es requerido durante la expresión de procesos cognitivos involucrados con la codificación exitosa de la información en memoria, durante la navegación espacial y durante el almacenamiento y recuerdo de elementos o ítems de la memoria de trabajo. Además, en estudios en humanos por ejemplo, se ha observado una mayor actividad theta en el EEG durante la navegación virtual  y durante el aprendizaje tanto de información espacial como de no espacial.
Por lo tanto, aunque el estudio de la red de comunicación entre el hipocampo y la CPF, ha permitido el esclarecimiento de algunos de los mecanismos involucrados con el procesamiento de información, continúa representando un buen modelo para seguir desentrañando los mecanismos subyacentes a la función cerebral relacionada con los procesos de aprendizaje y memoria.

 

Subir