En esta plática se discutirán algunos resultados derivados de la investigación pre-clínica y clínica que han identificado el papel de las hormonas ováricas y neuroesteroides (progesterona y su metabolito alfa-reducido) en la regulación del estado emocional y afectivo; además de su bien conocida participación en la reproducción. Así, la reducción de las concentraciones plasmáticas y cerebrales de progesterona y su metabolito alopregnanolona se asocia con cambios en el estado emocional durante el periodo premenstrual, el postparto o el climaterio; donde se presenta un mayor índice de irritabilidad, ansiedad, falta de motivación y depresión. Un efecto contrario es observado cuando hay altas concentraciones de estas hormonas. Interesantemente, los mismos efectos sobre el estado emocional y afectivo han sido detectados en animales de experimentación, en los que se ha identificado que la progesterona y la alopregnanolona son reconocidos por el receptor GABAA en algunas estructuras cerebrales, donde los fármacos ansiolíticos y antidepresivos ejercen algunas de sus acciones. De esta manera se ha llegado a proponer que las hormonas ováricas y los neuroesteroides funcionan como ansiolíticos o antidepresivos endógenos que pueden auto regular el estado emocional en el sexo femenino.