Dichos y hechos sobre el relicario de San Hermión

Este miércoles 1 de julio se dio continuidad al Primer Ciclo de Conferencias Virtuales de la Maestría en Historia Cultural. En esta ocasión fue el turno del conversatorio Dichos y hechos sobre el relicario de San Hermión, presentado por la maestra Gabriela Sánchez Reyes, investigadora de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH y especialista en relicarios antropomorfos de México, y el doctor David Carbajal López, profesor investigador del Centro Universitario de los Lagos. La maestra Gabriela Sánchez dio a conocer los principales hallazgos sobre el relicario de San Hermión, y los conjuntó con las creencias que tiene la población acerca de este objeto religioso y artístico que es un bien cultural de Lagos de Moreno.
 
Al ser un objeto sobre el cual no se había realizado un estudio y ante ciertos vacíos de información, lo más natural es que se hayan creado historias alrededor de este relicario; en esta presentación se hizo un balance entre lo que se dice de él y los resultados del trabajo de investigación que el equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado desde agosto de 2018, con la participación de la restauradora Laura Milán, de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM). Esta presentación fue, además, una muestra del campo de acción que puede abarcar la disciplina de la Historial cultural.
 
Dicho: es un cuerpo incorrupto.
La creencia popular de que se trata de un cuerpo incorrupto tiene su fundamento en la verosimiltud que esta escultura ofrece como objeto humano: representa el cuerpo de un varón recostado sobre una colchoneta con un par de almohadones, con los ojos cerrados y vestido como soldado. La impresión de que es un cuerpo humano es reforzada por la altura desde la que se le observa y debido a que está colocada en una vitrina.
Hecho: es un relicario antropomorfo, una escultura que representa un mártir de catacumba.
El relicario de San Hermión no es un cuerpo humano, sino una escultura cuya función es la de un receptáculo para contener algo que pertenezca al santo –en este caso, la osamenta–; está manufacturada con técnica mixta, parte de su estructura es de algodón y está sostenida por pilotes, tiene seda y papel en las extremidades, las falanges y demás huesos están unidas con estructuras metálicas y alfileres, los huesos de las costillas y la columna están contenidos en una bolsa en el pecho de la escultura (todo esto fue demostrado con detalles de fotografías y con radiografías).
El contraste que ofrece este relicario con los cuerpos momificados es evidente: mientras que la deshidratación de la piel de una momia hace que su expresión sea tirante y rígida, además de que la tela se adhiere al cuerpo y se resquebraja, el rostro de San Hermión conserva un gesto pacífico, como si sólo estuviera dormido, y su vestimenta de soldado está perfectamente conservada.
El porqué de la asociación que hace la gente sobre esta escultura con el concepto de un cuerpo incorrupto, se explica desde la creencia de que un santo rompe las leyes de mortalidad de un ser humano, y de que puede darse el caso de que se conserve su cuerpo sin procesos de embalsamamiento como uno de los rasgos de su santidad. El doctor Carbajal precisó que el acta de donación no da cuenta del término “cuerpo incorrupto”, por lo que no hay fuentes documentales que sugieran que se trata de tal cosa; apoyó el argumento de que esta idea se sustenta en toda una concepción de la muerte cristiana medieval en la que, pasado el juicio final, el cuerpo glorioso podrá subir al paraíso, por tanto: los cuerpos incorruptos de los santos son la anticipación de esta condición.
 
Dicho: fue un regalo.
Es cierto que se privilegió a la población de Lagos de Moreno con una reliquia de estas características, ya que se trata de una osamenta completa, ricamente vestida y colocada en una hermosa urna con vidrieras.
Hecho: esta reliquia fue solicitada por José Ana Gómez de Portugal. Es una donación de parte de Pío VI.
El proceso para obtener una reliquia de este tipo era el siguiente: un personaje de la élite local realizaba la petición a Roma, a través de un emisario o intermediario que hacía todas las diligencias ante las autoridades eclesiásticas; se procedía a la extracción de las reliquias conservadas en las catacumbas, lo cual se podía tardar hasta seis meses; se realizaba la donación con “auténtica”, es decir: el certificado con el nombre de catacumba, el nombre del santo, etc.; se procedía a la traslación y por último a la apropiación, cuando la reliquia llegaba a su destino.
José Ana Gómez de Portugal solicitó “el cuerpo íntegro de un santo mártir (…) con su nombre”. El intermediario fue un amigo suyo, jesuita expulsado, de nombre Pedro José Márquez. El cuerpo de éste mártir fue extraído del cementerio de Santa Ciríaca el 19 de diciembre de 1789. La donación está fechada en 1790. El arribo de San Hermión a Lagos de Moreno tiene fecha del 21 de mayo de 1791.
La maestra Gabriela Sánchez precisó que el relicario de San Hermión llegó hasta Lagos de Moreno en andas, ilustrando el periplo que tuvo que haber pasado desde Roma hasta el puerto de Cádiz, tomar rumbo para llegar al puerto de Veracruz y así continuar su travesía hasta Lagos de Moreno.
 
Dicho: San Hermión murió supuestamente en 303, al parecer durante las persecuciones del emperador Diocleciano.
Quienes profesaban la fe cristiana en tiempos del Imperio Romano fueron perseguidos. Muchos de ellos murieron abrazando esta doctrina lo que los convirtió en mártires, de tal suerte que eran sepultados en catacumbas, es decir: cementerios subterráneos.
Hecho: los mártires de catacumba carecen de hagiografía.
No hay datos biográficos de estos mártires, debido a los miles de huesos que se encuentran en las catacumbas y a que en ellas no se inscribían los nombres que llevaron en vida, sino que eran simbologías, tales como una paloma. Después de la exhumación de los restos, estos mártires eran bautizados con algún nombre genérico que pudiera simbolizar alguna virtud.
Se han documentado 75 ejemplos de tipologías de mártir de catacumba. El investigador Cristiano Massimiliano Ghilardi identificó la producción a la que pertenece San Hermión. Hay seis ejemplares de este lote en México.
 
Dicho: fue un soldado romano.
A este respecto, lo que importa es dar por sentado que son los huesos de un mártir de catacumba, y que San Hermión es una reconstrucción de algo que no tiene que ver con hechos históricos.
Hecho: representa un modelo de santidad que recuerda al soldado de Cristo (miles Christianus). Armadura como esperanza de la salvación.
Existe en la población la necesidad de entender los detalles de la vida de un santo, esto lleva a la gente a improvisar una narración al respecto y a pasar la voz de generación en generación. San Hermión es una alegoría cuyas armas son las virtudes y que, entre otras cosas, representa la fortaleza invencible de la fe del mártir. El doctor David Carbajal comentó al respecto que en Lagos de Moreno se ha construído una leyenda en torno a su condición de soldado, situándolo como compañero de San Sebastián; incluso en 2013 se difundió en Radio UdeG de Lagos de Moreno la tradición oral que recoge la historia de un pagano convertido al cristianismo gracias al amor de una hermosa romana anónima. Es posible encontrar en los medios de comunicación contemporáneos lo que se dice ahora en torno al relicario.
 
Dicho: en el momento de recepción se padecía cólera
El primer milagro del relicario sería haber calmado una epidemia, gracias a que la población de Lagos de Moreno lo recibió en pleno acto penitencial.
Hecho: no hay evidencias de ello
Hay que tener presente que el relicario llegó a Lagos de Moreno en 1791 y lo que sabemos de la epidemia del cólera es que empezó a difundirse por el mundo en 1830 y no llegó a México sino hasta junio de 1833.
 
Como algunas de las muestras de la devoción a San Hermión, la maestra Gabriela presentó la portada de una novena dedicada a él y de la cual han podido rescatar tres ejemplares. También hay un grabado, que representa la efigie del cuerpo de San Hermión en la urna que lo contiene. El doctor Carbajal planteó como veta de investigación por desarrollar los exvotos dedicados a este mártir. La importancia de que se realicen estudios como éste estriba en promover labores adecuadas de conservación y limpieza de este tipo de bienes culturales. Además, mediante la presentación de los hallazgos se difunde el trabajo académico, persiguiendo que se vuelva vox populi. A manera de conclusión, la doctora Gabriela Sánchez afirmó que no pasa nada si sabemos que el relicario de San Hermión no es un cuerpo incorrupto sino que está hecho de seda europea: “eso no le quita nada a la presencia que tiene en la devoción…”.
 
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”
Lagos de Moreno, Jalisco, 6 de julio de 2020
 
Redacción: Marina Ortiz