La doctora Virginia Francisca Marañón Ruiz dedicó su vida a la investigación y a la formación de nuevos talentos en la ingeniería. El Centro Universitario de los Lagos fue el espacio en el que se consagró desde 2006 a ambas labores, compartiendo su amor por la ciencia con las generaciones de estudiantes de ingeniería, principalmente en las áreas especializantes de Bioquímica y del posgrado en Ciencia y Tecnología. Lamentablemente, el pasado jueves 18 de febrero falleció a causa de SARS-CoV-2, dejando un profundo vacío en la comunidad universitaria. Estas líneas buscan honrar su memoria, a través de una modesta semblanza de su trayectoria.
La doctora Vicky, como la nombraban con cariño estudiantes y compañeros, nació en Puebla. Contaba que desde niña sintió el gusto por saber cómo se transforman las cosas, y que un juego de química fue una de sus motivaciones para elegir su profesión. Estudió Química industrial en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y después continúo su formación en el Centro de Investigaciones Avanzadas (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, en donde obtuvo el grado de doctora en Ciencias Químicas con especialidad en Química Orgánica.
A lo largo de su carrera publicó alrededor de veinte artículos, fruto de sus investigaciones; entre las primeras publicaciones se encontraba una dedicada a la generación de compuestos o ciencia simétrica, es decir: compuestos que ayudan a obtener otros compuestos con características especiales. Su trabajo como química con productos naturales la llevó a desarrollar algunos proyectos para aprovechar pigmentos y extractos vegetales; con el tiempo, a través de la colaboración con otros investigadores del CULagos, comenzó a explorar con colorantes, metabolitos y moléculas de ciertas plantas que tienen interés en el área de optoelectrónica, lo que ella reconoció como una forma de diversificar la actividad que venía realizando con la química hacia el área de la óptica y, por lo tanto, hacia la física.
Para ella, esta fue una oportunidad que posibilitó conocer otros horizontes en la ciencia, además de que lo asumió como una apuesta para la aplicación de tecnología con láseres orgánicos y celdas solares con extractos naturales; esto significó algo así como volver a estudiar otro posgrado, al aliarse con colegas de otras áreas que “hablaban otro idioma”. A pesar del esfuerzo que implica el trabajo multidisciplinar, y seguramente por haberlo experimentado ella misma, afirmaba rotundamente a los estudiantes que se acercaban a pedir su consejo: “deben de abrir esa cabeza y decir: ‘no nada más me voy a concentrar en una parte’, sino ir mucho más allá, porque cuando están afuera no saben qué tipo de puesto van a encabezar o a adquirir”.
A los méritos profesionales que cosechó, como su pertenencia al SNI, que ratificaba su calidad como investigadora, y el reconocimiento PRODEP, que constataba su calidad docente, sumamos los recuerdos de compañeros y estudiantes, quienes tenemos presentes su alegría cotidiana, su carácter generoso y decidido, su gusto por la música de Adele, cuyas letras solía cantar a todo pulmón en su oficina algunas tardes de viernes, y su enorme amor por su madre, su esposo y sus hijas. El entusiasmo que la doctora Vicky imprimía a su labor docente y la pasión con que emprendía nuevos proyectos serán recordados por mucho tiempo, como un ejemplo de entrega y dedicación.
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año del legado de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara"
Lagos de Moreno, Jalisco, 21 de febrero de 2021
Dr. Aristarco Regalado Pinedo, Rector del Centro Universitario de los Lagos
Dr. Carlos Pelayo Ortiz, Director de la División de Estudios de la Biodiversidad e Innovación Tecnológica