Este miércoles 15 de noviembre, en el marco de la Cátedra Sergio Pitol del CULagos, se presentó la conferencia magistral Feminismo y postfeminismo, a cargo de la doctora Marta Lamas. Los asistentes se congregaron en el Auditorio Doctor Horacio Padilla Muñoz para escuchar a la catedrática del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), quien destaca la importancia de acompañar las acciones sociales con la reflexión académica y la investigación. Marta Lamas ejerce el activismo feminista desde hace 46 años, acorde a su visión de que son imprescindibles para este movimiento tanto las activistas que salen a la calle, como las académicas al realizar trabajo intelectual y de investigación. Es necesario que esta labor aterrice en teoría práctica, y esté acompañada del trabajo en la calle, así como de acompañamiento político y de litigación jurídica.
El feminismo es la lucha que se realiza desde hace siglos por que la diferencia sexual no se traduzca en desigualdad social, económica y política. Sus raíces históricas surgieron en los movimientos impulsados por las mujeres y es por ello que se le denominó feminismo. Es en este sentido en el que Marta Lamas se define a sí misma como feminista; y, a partir de él, asume una postura crítica ante lo que podemos reconocer como diferentes vertientes del feminismo. Sobre todo, compartió con los asistentes a esta charla su visión acerca del postfeminismo: la perspectiva de algunos sectores de jóvenes universitarias que hoy en día se sitúan más allá del feminismo; con la creencia de que no es necesario continuar luchando por los derechos de las mujeres, porque existen tanto la liberación sexual como la económica, y que es posible la liberación de las mujeres a través de dicha independencia.
Durante la conferencia que dictó, Marta Lamas señaló cómo las premisas anteriores contribuyen a reforzar la estructura neoliberal, mediante la idea del “empoderamiento”, fuertemente vinculada a la de identidad personal. Sin embargo, debajo de ese discurso de independencia de las mujeres, se cuelan muchos otros que refuerzan el consumo y el individualismo. Como ejemplo de ello, citó el caso de una marca de ropa de prestigio: al tomar como leyenda para una de sus prendas la frase: “we should all be feminist” (todos deberíamos ser feministas). Esta frase fue tomada del libro que la lleva por título, escrito por la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, y fue utilizada por esta marca para posicionar un producto que es vendido a un precio considerablemente alto. La gran paradoja es que esta prenda es manufacturada por mujeres que trabajan en condiciones de explotación laboral.
Para contrastar esta visión del postfeminismo, Marta Lamas expuso el sentido que considera ella que debiera abanderar el feminismo, no sólo en México o América Latina, sino en todo el mundo. Es necesario que la sociedad retome el feminismo radical, en cuanto a feminismo de raíz y no de postura inconciliable, para trabajar por aquello que es de interés tanto de mujeres como de hombres. Mientras que algunas luchas comprometen la ideología y confrontan posturas, hay otras que son de interés común, como el trabajo y los derechos sociales de los trabajadores. En este orden de ideas, es necesario que se consideren como trabajo las labores de cuidado que todos necesitamos en algún momento de nuestras vidas: de infantes, enfermos, discapacitados, o personas mayores. Y que estas labores no sean ejercidas solamente por las mujeres.
Esto debe ser impulsado por un movimiento social, que ejerza presión para situarlo en la agenda pública. Tomando como ejemplo los permisos de paternidad y maternidad que se brindan en países como Suecia o Canadá; con la conciencia de que el contexto mexicano difiere y que es necesaria la creatividad para generar propuestas viables. Sin embargo, también es necesario considerar el aspecto de los usos y costumbres, determinado por las construcciones culturales que determinan cómo debe ser la masculinidad y cómo debe ser la feminidad. Lejos se está de los modelos de los países escandinavos, cuando el hecho de cambiar un pañal convierte a un hombre en un “mandilón”.
En cuanto a los movimientos que se pronuncian en México en contra de la violencia ejercida hacia las mujeres, Marta Lamas declaró que es un trabajo importante el que se lleva a cabo. Sin embargo, se trata de una violencia estructural que debe ser abordada desde la perspectiva de que la violencia de género va más allá, y tiene como base la definición de los roles de hombres y mujeres. Es así como desde pequeños a los hombres se les permite ser violentos entre ellos y continúan a lo largo de sus vidas con estos patrones. El feminismo que Marta Lamas abandera es aquel que aboga por que hombres y mujeres tengan la oportunidad de trabajar juntos en la reconstrucción de los lazos sociales: aquellos en los que las personas no sólo apoyan a su familia o a su comunidad, sino también a quienes desconoce y le son lejanos, pero con los cuales tiene en común el ser humanos.
Al finalizar la conferencia, se entabló un diálogo en el cual los asistentes: mujeres y hombres, jóvenes y adultos, plantearon algunas disyuntivas: desde las terminologías que definen al movimiento y la posibilidad de renombrar y resignificar, hasta las situaciones cotidianas que ilustran esa necesidad de repensar la manera en la que nos relacionamos. A manera de conclusión, Marta Lamas declaró que es importante una perspectiva más amplia para proponer políticas públicas, que concilien los temas del trabajo y la familia, y también que exista la participación de todos: politólogos, psicólogos sociales, humanistas, economistas, dada la complejidad del asunto. El doctor Aristarco Regalado Pinedo, Rector del CULagos, agradeció la generosidad de la doctora Marta Lamas por compartir su pensamiento y sus investigaciones con nuestra comunidad; también reconoció al profesor Fernando Solana en la gestión de la Cátedra Sergio Pitol.
Por: Marina Ortiz
Fotos: Esaúl Hernández / Alejandra Aguiñaga
