Estefanía López Martínez estudia Humanidades en el CULagos. Entre febrero y mayo pasados tuvo la oportunidad de cursar un cuatrimestre en la Universidad de Almería, con el paisaje del Mar Mediterráneo como fondo para una experiencia que abarcó la mitad del invierno y la mitad de la primavera de aquellas latitudes. Estefanía cuenta que, aunque su sueño de estudiar en otro país fue algo que siempre buscó cumplir, esta oportunidad rebasó con mucho sus expectativas. Durante los cursos de inducción impartidos para los estudiantes de primer semestre, compartió con sus compañeros que su travesía comenzó desde el día en que decidió participar en la convocatoria de Programa de Estancias Académicas (PEA). A pesar de la gran cantidad de trámites que fue necesario realizar y del miedo a lo desconocido, ha recomendado que ningún universitario dejen pasar la oportunidad de hacer una movilidad internacional en cualquiera de sus modalidades: desde un diplomado o una especialización de idioma, hasta proyectar un posgrado en el extranjero.
Al llegar a la Universidad de Almería fue recibida con un evento de bienvenida, preparado especialmente para los estudiantes de otros países. Durante sus clases, le agradó la relación de confianza que se propicia entre alumnos y maestros, lo que permite opinar con más soltura en clases y estar más segura en el momento de entregar tareas. En su experiencia personal, el hecho de no encontrar las barreras que las jerarquías imponen, contribuyó a enriquecer más el aprendizaje, ya que durante las clases es común contar con la participación de todo el grupo. Uno de los eventos más gratificantes consistió en la Ferias de las Naciones, organizada por la institución que la acogió; en ella participaron alumnos de más de veinticinco países, cada uno de los equipos de compatriotas fue responsable de ambientarlo para armar un stand que presentara a los demás aquello que es característico de su lugar de origen.
El equipo que representó a México estuvo conformado por entre treinta y cuarenta estudiantes, provenientes de la UNAM, la Benemérita Universidad de Puebla, y de otros centros universitarios de la Red UdeG, por mencionar algunos. Para mostrar algo de México durante esta feria, los estudiantes hicieron piñatas a base de globos y periódico, prepararon pan de muerto, consiguieron mole, llevaron el juego de la lotería, diseñaron un altar de muertos y se disfrazaron de Frida Kalho y Diego Rivera… el papel picado resaltó los toques coloridos de todo el stand. El jurado encontró muy reñida la competencia por el primer lugar: entre Marruecos –que ostentó mobiliario y vestimentas típicas– y México. El equipo que representó a nuestro país obtuvo el gane, dado que a pesar de la lejanía los participantes encontraron la manera de preparar todo para que quienes visitaban su stand se sintieran en México.
Estefanía ha contado que con esto aprendió que al salir del espacio cotidiano es importante echar mano de la creatividad, y que el trabajo en equipo, el esfuerzo y el creer en uno mismo, lleva a las personas a darse cuenta de lo que son realmente capaces. Si bien es cierto que esto la llevó a valorar más a su universidad, a su familia y a su país, la nostalgia que siente por aquel espacio y por quienes convivieron con ella es muy grande. Para finalizar su charla, ha dicho que si alguno de sus compañeros tiene la inquietud de realizar una movilidad y requiere algún tipo de orientación, ella con mucho gusto puede asesorarlo.
A t e n t a m e n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 11 de septiembre de 2018
Redacción: Marina Ortiz
Fotografías: cortesía
