Netnografía: una técnica de investigación no acabada

Este martes 30 de junio se llevó a cabo la conferencia virtual Netnografía para principiantes, a cargo del doctor Ángel Christian Luna Alfaro, profesor investigador del Centro Universitario de los Lagos y coordinador de la Maestría en Historia Cultural. El detonador de esta reflexión partió de la interrogante: ¿qué podemos hacer desde las ciencias sociales en el contexto de la pandemia? Y es que muchas de las herramientas que se utilizan para trabajar, tales como la consulta en archivos y la realización de entrevistas, están restringidas debido a los actuales protocolos de sanidad y distancia.
 
Esta cuestión resulta relevante en el marco del trabajo que se realiza desde el programa académico de la Maestría en Historia Cultural. Como investigador, el doctor Luna abordó uno de sus mayores campos de estudio: la etnografía, disciplina cualitativa a la que le interesa entender las historias de la vida cotidiana; para ella, es esencial efectuar observaciones, registrar prácticas, interactuar, analizar en las fuentes las maneras en las que las personas eligen hacer algo. El netnógrafo, por su parte, realiza investigación cualitativa aplicada a los entornos virtuales para estudiar dichos aspectos.
 
Una segunda pregunta planteada por el doctor Luna fue: ¿haremos netnografía por necesidad o le vamos a encontrar un gusto? Desde su experiencia personal declaró que, a pesar de lo poco serio que pueda parecer a algunos académicos trabajar con redes sociales, a él le han interesado desde hace tiempo las dinámicas de espacios como Facebook o de algunas aldeas virtuales, donde la gente se congrega a intercambiar todo tipo de información: desde recetas de cocina, hasta medidas de prevención de violencia o temáticas de carácter académico.
 
Así pues, la presentación del doctor Christian Luna hizo un repaso del tránsito del Internet en México, desde su llegada en 1989, cuando su uso era un privilegio reservado para instituciones como la UNAM o el Tec de Monterrey; pasando por su distribución en la década de los noventa en las grandes ciudades a través de empresas de telefonía; los inicios de las redes sociales, donde la gente buscaba relacionarse a través de las salas de chat, con importantes repercusiones a nivel social como el establecimiento de noviazgos y la fundación de familias a partir del matrimonio entre dos personas que se conocieron en un chat.
 
Sin embargo, poco a poco las redes sociales fueron dejando de ser espacios exclusivos para la socialización, comenzando a utilizarse con fines políticos y a perseguir objetivos que recaen tanto en aspectos económicos como en situaciones de índole cultural. En este recuento se hizo una obligatoria escala en la Primavera árabe, hecho histórico en el que se presentaron una serie de sucesos que fueron convocados desde Facebook y que ayudaron a la socialización, la movilización y la búsqueda de desaparecidos, entre otros. Este sería un hito: el momento en el que comienza a visualizarse la necesidad de analizar las dinámicas de las redes sociales.
 
Citando al investigador Redondas, algunas recomendaciones del doctor Luna para los interesados en hacer netnografía son:

  1. Establecer relaciones con los miembros de la comunidad, evitando en la mayor parte de los casos darse a conocer como investigador.
  2. Estudiar el lenguaje, los símbolos y las normas de la comunidad. Es fundamental que el investigador se empape de los códigos lingüísticos y éticos de aquéllos a quienes pretende estudiar, para así asimilar términos y conceptos que le permitan establecer una comunicación óptima y extraer los insights (ideas) necesarios.
  3. Evitar, en la medida de lo posible, la deshonestidad y el engaño. En Internet, estos factores podrían verse ampliados por la naturaleza incierta de las respuestas y lo oculto de sus protagonistas. Sin embargo, esta condición oculta de los sujetos es precisamente la que garantiza que expresen libremente y sin tapujos sus opiniones e intenciones, así como abrirse de una forma más natural a como lo harían cara a cara.

 
A manera de conclusión, podemos afirmar que la netnografía es una técnica de investigación que todavía no está acabada. Ello supone ventajas y desventajas, entre las primeras encontramos que, desde este contexto pandémico, tenemos la posibilidad de entrevistar a cualquier persona desde cualquier parte del mundo, tener mayor control sobre las maneras en las que queremos grabar la información y convocar a más personas. Sobre las desventajas que supondría la conectividad con ciertos grupos (por ejemplo, de comunidades indígenas) el doctor Luna precisó que la netnografía no necesariamente se tiene que aplicar en tiempo real, por lo que el investigador puede enviar las preguntas y los entrevistados pueden enviarlo en cualquier momento mediante mensajes de voz.
 
Esta fue la primera de cuatro presentaciones que conforman el programa del Primer Ciclo de Conferencias Virtuales, organizado por la Maestría en Historia Cultural del Centro Universitario de los Lagos.
 
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”
Lagos de Moreno, Jalisco, 1 de julio de 2020
 
Redacción: Marina Ortiz