Una jornada dedicada a la importancia de la formación en la era digital

El programa de Inteligencias Emergentes y Pensamiento Profundo, coordinado por la División de Estudios de la Cultura Regional durante la UIV 2018, incluyó una serie de conferencias agrupadas en torno a “La formación para la ciudadanía digital en educación media superior y superior”. En este marco participaron investigadores de distintos centros universitarios de la Red UdeG, para abrir un espacio de reflexión en torno a la importancia de analizar lo que significa ser ciudadano en la era digital.
 
Para dar comienzo a estas actividades, la doctora Diana Sagástegui Rodríguez, del Departamento de Estudios en Educación del CUCSH, dictó la conferencia La formación para la ciudadanía digital en educación media superior y superior. Durante su ponencia, la doctora explicó que los nuevos usuarios de las tecnologías debemos de ampliar nuestra ciudadanía, tomar consciencia de cada uno de los espacios que ocupamos y las responsabilidades que estos implican. La aportación y recomendación de la doctora consta en recuperar ciertos espacios de oportunidad que nos permitan reivindicar derechos de consumidor, usuarios y protección de datos, además de la creación de leyes que funcionen en nuestra actualidad; no podemos seguir siendo simples personas que utilizan la tecnología sin saber qué ocurre, qué afecta y cómo afecta a nuestro alrededor, una consciencia de ciudadanía digital es necesaria para permear una comunicación y socialización efectiva. Mientras que las instituciones responsables, en el caso de educación media y superior, deben de comprometerse con enseñarlo, no sólo seguir volteando la cara y manejándose por una burocracia sin final.
 
La primera mesa se tituló: La era digital: perspectivas a mediano plazo. En ella participaron el ingeniero Edgar Alberto Martínez Cruz, de Oracle; el doctor Antonio Ponce Rojo, del CUCSH, y el doctor Gerardo Martínez Borrayo, del CUCS. Para comenzar a reflexionar sobre este tema, se habló de la “modernidad líquida”, concepto retomado de las ideas originales del sociólogo Zygmunt Bauman, refiriéndose a un momento actual en el que todas aquellas sólidas realidades de antaño, como el trabajo, el amor y la solidaridad, se han ido desvaneciendo y han dado pie a una modernidad precaria y provisional, agotadora en tanto a su búsqueda implacable por la inmediatez y lo fácil de obtener. Una manera de enfrentar la preocupación por estas situaciones es la “pedagogía del asombro”, creada por madres de familia preocupadas e interesadas en la educación y el desarrollo pleno de sus hijos. La pedagogía del asombro permite y fomenta el desarrollo de la creatividad del infante. Con el fomento a la creatividad y a una enseñanza plena, las perspectivas de una educación más sólida y un compromiso real con nuestra sociedad se hace más efectivo y duradero. El trabajar con niños permite ir creando las bases necesarias que nos gustaría moldear, en todas las personas, para comprometernos y tener resultados efectivos en una futura calidad de vida.
 
Los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad son, además de difíciles, muy complejos. La inmediatez ha traído consigo un sinfín de problemáticas que nos atacan cada día más, desde la volatilidad geopolítica, una economía ligada a todo que produce el capitalismo salvaje, el internet móvil en cualquier lugar y las tecnologías de la nube con nuestra información en quién sabe dónde y en manos de quién sabe quién; además de los cambios y efectos negativos en la naturaleza, las diversas maneras de emplear un trabajo y una urbanización rápida nos están exigiendo frenar, visualizar y reflexionar sobre todas aquellas consecuencias que en un plazo corto se avecinan.
 
Así pues: ¿qué debemos enseñar entonces?, ¿cómo adaptarse a los cambios? y ¿cómo generar verdaderos nuevos espacios de aprendizaje? Las materias y carreras que se ofrecen han ido evolucionando, hasta el punto de especializar cualquier cosa, si antes la medicina estaba dividida en cinco carreras con sus especializantes, ahora tenemos más de veinte y todas con una orientación distinta. La adaptación a los cambios ha influido en la escolarización y sus formas de ofrecerla, ahora los cursos y licenciaturas en línea han tomado una parte importante en el estudio, sin embargo, aún no están acopladas a una contemporaneidad que lo único que busca es la rapidez y no la enseñanza. Para generar nuevos espacios en donde la comprensión sea más sencilla se necesita sensibilizar a los encargados de esto, instituciones y gobierno de la mano, que se comprometan a no seguir ofreciendo una carente educación, tienen que preparar a los estudiantes de manera en que puedan salir y afrontar la competencia que nos invade. Ofrecer el aprendizaje de cosas que sigan siendo vigentes y que sean realmente necesarias para transformar la comunidad; no sólo enfocarse en aquellas que, sin desprestigiarlas, han traído consigo riquezas, pero también los cambios y males que hoy aquejan a nuestro mundo. 
 
En la segunda mesa, correspondiente a las Literacidades contemporáneas y ciudadanía digital, participaron la doctora Yolanda González de la Torre, el doctor José Luis Dueñas García, la maestra Alma Karina Galindo Oceguera, el doctor Luis Alfredo Mayoral Gutiérrez, académicos del CUCSH, acompañados del maestro Jorge Hernández Contreras, académico del CULagos. La literacidad es un conjunto de habilidades que permiten recibir y comprender información por medio de una lectura y expresar ese conocimiento a través de la escritura. Los nativos digitales, aquellos jóvenes que han nacido rodeados de tecnología y que, se supone, tienen desarrollada la habilidad que les permitiera saber leer y escribir conscientemente al utilizar las nuevas tendencias. El problema, es que se limitan a ser jóvenes multitareas, ejerciendo varias actividades al mismo tiempo, lo que está comprobado que afecta cognitivamente y genera una interferencia que afecta los resultados de todo lo que se realiza. Hoy se lee y se escribe de manera más diversa, fácil y transformada, pero con una enorme fuga de información, y sin comprensión lectora.  La propuesta de la doctora Yolanda González y del doctor José Luis Dueñas consiste en regresar al origen de la didáctica en lectura y escritura, una plantación de manera instrumental tanto por docentes como por instituciones, que brote con un aprendizaje ubicuo, pero con enseñanzas y prácticas correctas, en donde los encargados gestionen escenarios de aprendizaje y un buen conocimiento, además de estudiantes que tomen un rol activo e independiente. Necesitamos acudir a una alfabetización digital, con un uso orientado a la academia que permita autoformarse y, en consecuencia, haga de estos nativos digitales, ciudadanos comprometidos con la correcta educación y aplicación de las nuevas tecnologías.
 
En opinión de la maestra Alma Galindo, nuestro presente lleva a cabo la literacidad vernácula, una práctica de lectura y escritura cotidiana sin obligaciones ni compromisos, lo que ha transformado cambios sociales, económicos, artefactos letrados y las malas comunicaciones.  La necesidad de una literacidad crítica en internet se hace cada vez más amplia, mostrando en sí la carencia que se presenta, por ejemplo, en los usuarios de las redes sociales, promoviendo carencia de una tecnología crítica. El internet se lee y se escribe, y todos aquellos usuarios que ejercen en él tienen la necesidad de que se les enseñe a hacerlo, de esta manera obtendremos una formación de ciudadanos autónomos, capaces de ejercer un diálogo de forma respetuosa al manifestarse.
 
Retomando los temas anteriores, el doctor Luis Alfredo Mayoral propone las prácticas letradas contemporáneas, un conjunto de actividades que permitan encontrar información verídica, la comprensión lectora con una adecuada y responsable escritura, además de un razonamiento cívico en línea, todo esto con la única meta de ganar una independencia intelectual. En opinión del maestro Jorge Hernández, es necesario tomar nuevas formas de responder a la sociedad, además de hacerlo efectivo con los nativos digitales, señaló la necesidad que requieren también los inmigrantes digitales, es decir: los usuarios que por necesidad han aprendido a utilizar las nuevas tecnologías. La narrativa tradicional, la virtual y la transmedia en conjunto, nos enfrentan a la inmediatez contra un análisis profundo, consiguiendo una ciudadanía ampliada e informada. Para el maestro Jorge Hernández todas las literacidades son las mismas, sólo cambian las herramientas, la inmediatez y el usuario.
 
En la mesa siguiente, titulada El aprendizaje en red, participaron las doctoras Martha Valadez Huizar, Verónica Ortiz Lefort, Teresita de Jesús Montiel Ramos, del CUCSH; el doctor Sergio Roberto Dávalos García, del CUCEA,y el maestro Pedro Moreno Badajós, del CULagos. Dado que la educación en línea se ha transformado vertiginosamente ren los últimos años, la adaptación por parte de instituciones y docentes no ha conseguido el éxito que esperaba, ya que presenta problemas de deserción, elaboración de los foros, la falta de compromiso de alumnos y el mal manejo de herramientas virtuales. A pesar de esto, son una buena tendencia que fomenta el desarrollo educativo y lo pone al alcance de todos, para conseguir que los alumnos que se lo proponen sean mejores ciudadanos. El reto para los educadores es aceptar esta tendencia en línea, que requiere una alfabetización digital, no sólo para alumnos sino también para profesores. También la construcción crítica del conocimiento y una serie de herramientas en el apoyo al aprendizaje.
 
Decidir qué se va a aprender ya está generando un aprendizaje, así que el consejo de los ponentes es prepararse para conocimientos nuevos y la competencia digital, adquirir estrategias de acceso correctas, evaluación crítica, crear y compartir. Tratar de obtener un pensamiento jerárquico que ayude a establecer metas, además de tener una disposición y motivación para cualquier estudio que se emprenda.
 
Por último, la doctora Cándida Elizabeth Vivero Marín dictó la conferencia Literacidades e inclusión: de las escrituras de la vulnerabilidad a las narrativas de la igualdad. Las literacidades parten de una teoría múltiple, con un cambio de paradigma epistémico y un pensamiento post estructuralista. El origen es necesario para regresar a una unicidad que nos permita la inclusión, el tan olvidado diálogo con los seres humanos. Para la doctora Cándida existe una cuestión al utilizar las literacidades: ¿cómo vamos a generar una buena lectura? Y además, ¿que esta sea inclusiva? Ella propone entender y aceptar las diversidades éticas, sociales y económicas que se leen y se deben de interpretar con un sentido crítico y justo. Para llegar a una narrativa de la igualdad es necesario generar alternativas que nos enseñen cómo ser equitativos con el resto de la sociedad, no tomar una actitud paternalista de lástima, sino la actitud que todos tenemos que tener en cuenta, somos unicidad, estamos divididos y eso nos hace diversos; sin embargo, nuestro encuentro tiene que permitir la comunicación sana y estable para mejorar la calidad social. La conciencia razonable y la crítica es responsabilidad de todos, así que a través de las literacidades narrativas de igualdad, adquirimos un término que ahora se está defendiendo y trabajando: el compromiso y la responsabilidad de una ética social.
Además de todo esto, el acompañamiento y fomento de la inclusión educativa y social por medio de la digitalización, también debe tomar en cuenta la perspectiva de género. Garantizar estas condiciones nos llevará a comprender y detectar las vulnerabilidades, educando y re educando. Poniendo en marcha efectos inmediatos que integren y vinculen a la academia y la sociedad.
A t e n t a m e n t e
“Piensa y Trabaja”
Lagos de Moreno, Jalisco, 14 de junio de 2018

 
Texto y fotografías: Montserrat Vázquez