Individuos íntegros frente al decadente discurso de la media naranja

A propósito del 14 de febrero, día en que muchas personas festejan la amistad y el amor, conversamos con la maestra Lilia Rodríguez Palos, responsable del Centro de Atención Psicológica a la Comunidad del CULagos, y compartimos información que nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestras relaciones afectivas con la gente que nos rodea. El tema principal que abordó la maestra consistió en desmitificar la idea de “la media naranja”, así como en reconocer cuáles son sus implicaciones y consecuencias. Sin bien es cierto que esta idea de la búsqueda de la otra mitad o del complemento, es un referente que ha permeado en el colectivo y que sigue siendo aludido dentro de la cultura, debemos señalar que se trata de una idea equivocada, y  que muchas de las veces termina por desilusionar a la sociedad.
 
Para profundizar en lo anterior y retomando algunos conceptos del doctor Esteban Laso,  la búsqueda de un complemento se debe a dos necesidades básicas que tiene el ser humano: el amor y el respeto, las cuales permiten hacer frente a los conflictos a los que nos enfrentamos. “De esta manera, esta necesidad de ser amados se convierte en una estrategia llamada comunión, que es el deseo de relacionarse con personas para colaborar íntimamente entre ellos o unirse a ellos; y la de respeto que se convertiría en agencia que sería el esfuerzo por dominar al otro para confirmarnos a nosotros mismos, haciéndonos sentir competentes y ávidos de poder”, comenta la maestra Lilia.
 
En concomitancia, tanto la comunión y la agencia tienen repercusión en las relaciones de pareja y, dentro de una sociedad patriarcal como en la que vivimos, por lo general los hombres tienden a orientarse más por la competencia de agencia mientras que las mujeres están más inclinadas por la comunión. De ahí que es frecuente que dejamos de desarrollar una de estas partes, y cuando se realiza una convergencia en la relación de pareja, esta resulta problemática. Es por esto que es importante que los individuos, hombres y mujeres, sean competentes en las dos esferas.
 
Por otra parte, la maestra Lilia enfatizó en la importancia de pensar en nuestra historia familiar y los patrones de conducta que se han perpetuado en nosotros, así como reflexionar qué es lo que buscamos en nuestras parejas y su porqué, mientras se repara en los términos de comunión y agencia. Para finalizar, también hizo mención del auto reconocimiento de nuestras cualidades y capacidades, pues en ocasiones esto se deja de lado y los resultados caen en una búsqueda irremediable: “lo importante es que nadie te puede dar lo que te niegas a ti mismo, si te niegas esa capacidad de afecto aunque lo busques y lo recibas nunca te sentirás satisfecho”. Con esto, nos invita a pensar sobre la elección de nuestras parejas, dejando de lado los términos de idealización y de completitud, y atender, más bien, a los términos de integridad de las personas. Una persona íntegra tendrá las herramientas necesarias para convivir de manera más armoniosa con quienes se relaciona, no sólo en pareja sino también con familiares, amigos y compañeros de trabajo, lo cual repercutirá en relaciones afectivas más sanas.
 
A t e n t a m e n t e
"Piensa y Trabaja"

Lagos de Moreno, Jalisco, 14 de febrero de 2019
 
Redacción: David Barajas
Imagen: archivo