Culto a la virgen de San Juan, o sobre la descentralización de la devoción

El pasado 25 de agosto se dio seguimiento al ciclo de videoconferencias que organiza la Unidad Editorial del Centro Universitario de los Lagos. En esta ocasión, el compañero Diego Inés Álvarez Méndez fue encargado de presentar la charla “La descentralización de la divinidad. El patriotismo criollo sanjuanense en los informes de 1668”, impartida por el Mtro. Felipe de Jesús López Contreras, profesor del CULagos, egresado de la Licenciatura en Humanidades con Orientación en Historia Cultural y Maestro en Historia por el Colegio de San Luis.
 
La charla inició con un breve contexto de la historia de la devoción a la virgen de San Juan, mediante la propagación de la historia sobre cómo la figura religiosa resucitó a una niña de seis años, hija de unos volantines, quien cayó sobre unas dagas y al estar en su lecho de muerte una mujer indígena llamada Lucía colocó sobre su vientre esta figura, con la que milagrosamente volvió a la vida.  El maestro Felipe explicó que allá, por el siglo XVII, las extensiones de tierra pertenecían a los españoles, quienes se percataron del crecimiento que la zona estaba teniendo gracias a la promoción de este icono milagroso. Fue así como, movida por diversos intereses, gente de Lagos de Moreno solicitó un permiso para poblar San Juan de los Lagos.
 
“Uno de los aspectos más visibles de estos intereses fue el prestigio que otorgaba vivir en una localidad con una imagen milagrosa, al presentarse como beneficiarios de una voluntad divina, es decir: el prestigio que otorgaba proclamarse católico”, explicó el profesor; de este modo, los criollos reaccionaron contra la opresión que los españoles de altos mandos ejercieron sobre ellos creando o resaltando los iconos santos, las leyendas y los milagros hechos por las figuras; también, fue esta una manera de crear un ambiente de paz y bienestar entre los fieles, además de un sentido de pertenencia”. Así mismo, resaltó el profesor, “estas leyendas e historias representan la unidad o apropiación de lo divino con lo terrenal”.
 
Sobre la descentralización, entonces, comentó: “en este sentido, se refiere simplemente a una separación de la divinidad o el objeto que se venera del sitio en el que se erige, pues la promoción del primer milagro no se redujo solo a San Juan o Lagos, sino que se extendió hacia el norte del país (…) La difusión del culto a la imagen se propagó a través de leyendas, historias y narraciones sobre los propios milagros, también mediante las limosnas, o donaciones que hacían las personas de todas las clases sociales, consideradas útiles para la sociedad. Estas donaciones se utilizaban para responder ante algún fenómeno, como epidemias, mejora de instalaciones, etc.; se tenía que visibilizar la fe mediante estas mejoras”.
 
Otra manera de promocionar la imagen, dijo el maestro, “era llevarla al lugar del milagro, para crear una sugestión en el sitio, y de este modo se pensaba que la imagen casi cobraba vida, y así se recaudaban más bienes”. Añadió que, en gran medida, la popularidad de esta imagen fue adquirida por la propaganda que se le dio en el norte del país. Sin embargo, comentó, “el hecho de ser limosnero era mal visto dependiendo del sector social al que se pertenencia, por ejemplo, si era una persona de clase india era despreciado, en cambio sí era un clérigo aumentaba su prestigio y los bienes que recibía”. Para concluir la videoconferencia, el profesor detalló que el culto a la Virgen se debe a una necesidad de protección, de crear un espacio de identidad entre los devotos, pues la imagen promueve un culto descentralizado al darse a conocer en provincias, en pueblos o lugares pequeños, en comparación con la imagen de la Virgen de Guadalupe, cuya ubicación se encuentra en el centro del país.
 
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”
Lagos de Moreno, Jalisco, 2 de septiembre de 2020
 
Redacción: Aldo Cuéllar