El satélite CULagos I alcanzó la estratósfera

El pasado jueves 25 de octubre, estudiantes del Centro Universitario de los Lagos y de la Escuela Preparatoria Regional de Lagos de Moreno se reunieron en las canchas de la preparatoria para presenciar la elevación del satélite CULagos I. La doctora Rebeca García Corzo, Secretaria Académica, en representación del doctor Aristarco Regalado Pinedo, Rector del CULagos, concedió al equipo el permiso para realizar el lanzamiento. Eran las 8:30 de la mañana cuando la aventura del pico satélite hacia la estratósfera comenzaba, siguiendo la misma metodología que emplean en la Agencia Espacial Mexicana. Sin embargo, su historia comienza mucho antes, ya que este acontecimiento fue el resultado de un taller intensivo de dos días: uno día para que los treinta y cinco estudiantes de Ingeniería Mecatrónica que participaron adquirieran los conocimientos teóricos necesarios. El segundo para diseñar y construir el satélite.
 
Mucho antes aún, hagamos mención de cuando Jonathan Andrade Martín y Jesús Esteban Asencio Rodríguez, alumnos de Ingeniería Mecatrónica, se acercaron con el doctor Aristarco Regalado para solicitar apoyo en las gestiones necesarias para efectuar este taller en el CULagos. Si continuamos retrocediendo en el tiempo, todo surgió a partir de que Jonathan y Esteban cursaron las asignaturas de Sistemas operativos distribuidos y Mecánica termodinámica, en las cuales vislumbraron las aplicaciones de sus conocimientos para realizar este tipo de proyectos. Después, Esteban se enteró de que en el CUCEA se  lanzó un satélite y se imaginó que en el CULagos podía ocurrir también.
 
Entonces fue necesario contactar a sus compañeros del CUCEA, para que a su vez éstos les proporcionaran información sobre la Agencia Espacial Mexicana. Para concretar este proyecto se sumó la doctora Adriana Cecilia Avelar Dueñas, coordinadora de esta ingeniería. Aunque los organizadores hubieran deseado que en este proyecto participaran estudiantes de todas las carreras, por cuestiones de tiempo se integraron solamente aquellos que pertenecen a mecatrónica. Destaca también que proyectos como este normalmente tienen una duración de seis semanas, pero por esta ocasión se impartió durante tres días. Para construir el satélite fue necesario que los involucrados se dividieran el segundo día para trabajar en siete equipos distintos: ensamble, carcaza, paracaídas, administración, simulación, programación de la base terrena y programación del satélite. Los materiales que utilizaron fueron de los más variados: dos cámaras mini pro, un tubo de pvc, un fideo para nadar en piscina, cinta gris, una antena, silicón caliente, entre otros… mientras que para el globo con el que el satélite fue elevado fueron necesarios dos metros cúbicos de helio.
 
Regresemos al jueves 25 de octubre. Después del elevamiento, el equipo rastreó los movimientos del satélite vía GPS. A las 11:00 horas, a cinco kilómetros de distancia del Parque Industrial, el pico satélite fue recuperado. Los resultados que obtuvieron los estudiantes fueron positivos, e incluso superaron sus expectativas: sus cálculos arrojaron la posibilidad de que el satélite alcanzara una altura de 21 kilómetros, pero llegó hasta superar el doble: a la altura de 44 kilómetros, alcanzando la estratósfera, para llegar al fin de su trayecto y caer con una velocidad de cinco metros sobre segundo, lo que se considera un buen aterrizaje. Los estudiantes contaron con la benevolencia del clima, tanto para el lanzamiento como para el trayecto.
 
Al conversar con los organizadores sobre su experiencia en general, Jonathan y Esteban concuerdan en que fue gratificante. El trabajar de esta manera los hizo conscientes de los beneficios del trabajo en equipo, que permite llevar a mejor término cualquier proyecto. La respuesta de sus compañeros fue muy grata; tanto, que se conformó un grupo llamado Space CULagos con el fin de hacer difusión de estos temas. En el recuento de esta experiencia, tanto Jonathan como Esteban se manifestaron con entusiasmo y asombro, por haberse dado cuenta que dentro de la ingeniería que estudian se pueden dirigir hacia el tema aeroespacial. Además de que se les presentaron nuevos retos a futuro, como agregar variantes para recoger más datos atmosféricos, perfeccionar los mecanismos que manipulan el globo y saber con mayor exactitud dónde caerá, o diseñar un robot que permita controlar los movimientos del satélite a distancia.
 
A partir de esta gestión surgieron iniciativas de otros compañeros e investigadores, que permitirán realizar futuras investigaciones, e incluso intentar acercarse con la NASA. Además de hacerles saber a sus compañeros todo lo que puedan lograr si se lo proponen, Esteban y Jonathan hicieron hincapié en la importancia de este tipo de talleres, que permiten al estudiante darse cuenta de la diferencia que existe entre lo teórico y práctico. Además, señalaron que las aplicaciones de estos prototipos permiten conocer datos atmosféricos, como el estado de contaminación o de humedad y, en general, para comprender los fenómenos que están sucediendo en la atmósfera. Los dos jóvenes compartieron que toda la información recabada por el satélite CULagos I será presentada en la próxima Feria de la Ciencia y la Tecnología.
 
A t e n t a m e n t e
"Piensa y Trabaja"

Guadalajara, Jalisco, 30 de octubre de 2018
 
Redacción:  Yomira Gómez / Marina Ortiz
Fotografías: Natalie Fong