Estamos de luto

Todos los días los mexicanos estamos de luto…

            El 26 de noviembre de 2017, por la tarde, se le vio por última vez en la carretera que conduce de Lagos de Moreno a Unión de San Antonio, Jalisco. Tenía 25 años, medía 1.70 metros de altura, tez blanca, cabello corto, ojos verdes. Era egresado de la Universidad de Guadalajara. Ayer lo encontraron sin vida. Se llamaba José Joel González González.
 
            No murió por accidente sino por homicidio. Si fue un asesinato, entonces fue un crimen. Porque en México, desde el año 2005 la pena de muerte ha sido abolida oficialmente, y en Jalisco desde 1933. Nadie tiene la potestad, ni siquiera por orden constitucional, en México, de quitar la vida de nadie sin que sea considerado un crimen. Dicho sea de paso, incluso la tortura fue proscrita oficialmente de nuestro país en 2005.
 
            Sin embargo, todos los días en México hay homicidios, todos. En los últimos 5 años han sido asesinados 93 mil mexicanos. Es decir, 50 crímenes al día. Frente a esta prueba, no se necesita ser un sabio para entender que el gobierno de nuestro país ha demostrado toda su incompetencia en esta materia. Por eso es legítimo solicitar que quien no pueda con la tarea de garantizarnos un estado de derecho, de hacer valer una de nuestras garantías individuales, constitucionales, universales, a la vida, que renuncie. Queremos que haya héroes en México, pero queremos que los primeros héroes sean los gobernantes.
 
            La primera obligación de un Estado (que no sea fallido) es garantizar la integridad y la seguridad de sus ciudadanos. De todos. La segunda es garantizar su salud. De todos. La tercera es garantizar su educación. De todos. Y también garantizar el respeto de la ley.
 
            Ante esta falta evidente de garantías ciudadanas exigimos, de pronto, reforzar el sistema de seguridad en los alrededores de los planteles educativos universitarios para garantizar la seguridad de nuestros jóvenes.
 
            No nos acostumbraremos nunca a la barbarie. No nos acostumbraremos nunca al salvajismo. No ganará la brutalidad frente a la civilización.
 
Dr. Aristarco Regalado Pinedo
Rector del Centro Universitario de los Lagos
Universidad de Guadalajara