El Festival Cultural Otoño en Lagos, que este 2014 cumple su 11ª edición, se realiza en octubre como una forma de festejar el aniversario de la refundación de la Benemérita Universidad de Guadalajara este año celebra su 89 aniversario. Con este festival, el Centro Universitario de Los Lagos tiene como objetivo promover y difundir la cultura y el arte en la zona norte de los Altos de Jalisco e impulsar la creatividad artística y científica de los universitarios y habitantes de la región alteña.
Asimismo, se cumplen 100 años de la Escuela Preparatoria de Jalisco, una de las más antiguas del estado y de México. De manera que el pasado 10 de septiembre, como una de las actividades conmemorativas de este centenario, se colocaron como legado en una cápsula del tiempo diversos objetos, entre ellos un periódico, filmes y fotografías, para las futuras generaciones de universitarios. El Rector General de la UdeG, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla y el director de la preparatoria, maestro David Cuauhtémoc Zaragoza Núñez, colocaron esta cápsula como una forma de preservar la memoria de quienes conforman este plantel y de los aportes que hace a la sociedad jalisciense. “Desde su fundación, hace cien años, la Escuela Preparatoria de Jalisco ha desempeñado un papel protagónico en la formación de bachilleres en el Occidente de México”, dijo el Rector General durante la ceremonia.
En este mismo tenor, Red Universitaria de Jalisco está cumpliendo 20 años. El término Red Universitaria estuvo dado desde la aprobación de la Ley Orgánica por el Congreso del Estado el 31 de diciembre de 1993, que en esencia implica un modelo de organización basado en centros universitarios y los Sistemas de Educación Media Superior y el de Universidad Virtual, creados a partir de 1994. En esa Ley se otorgó a la Universidad su carácter autónomo y se estableció el modelo departamental en sustitución del modelo de escuelas y facultades. Las bondades de ello se reflejan en un sistema flexible para ofrecer una oferta educativa de manera más ágil y aprovechando todas las bondades de la infraestructura académica compartida.
A veinte años de haberse creado la Red Universitaria y la mayoría de los centros universitarios regionales y metropolitanos existentes, nadie puede poner en duda una de las estrategias más exitosas para ofrecer educación y contribuir al dinamismo profesional, científico y cultural de las regiones. Su puesta en operación representó la estrategia de descentralización y desconcentración educativa más importante de la historia de Jalisco en materia de educación superior y un referente fundamental para otras instituciones del país.
Y por último, pero no menos importante, este año se celebran 10 años de la creación como Centro Universitario de los Lagos. El 16 de diciembre de 2004, el H. Consejo General Universitario aprobó dos dictámenes sumamente importantes para la vida de nuestro Centro Universitario: el primero extinguía al Campus Universitario Lagos y el segundo creaba el Centro Universitario de los Lagos (CULagos) con una estructura que contemplaba la instalación de dos divisiones con dos departamentos en cada una de ellas. De esta manera, a partir del 1 de enero de 2005, el Centro Universitario de los Lagos, además de contar con una Rectoría de Centro de la cual dependen la Secretaría Académica y la Secretaría Administrativa, comenzó a organizar su trabajo académico a través de dos divisiones académicas: la División de Estudios de la Cultura Regional, que se integra por el Departamento de Ciencias Sociales y del Desarrollo Económico, así como por el Departamento de Humanidades, Artes y Culturas Extranjeras; y la División de Estudios de la Biodiversidad e Innovación Tecnológica, que integra al Departamento de Ciencias Exactas y Tecnológicas, y al Departamento de Ciencias de la Tierra y la Vida.
Durante esta década, la extensión en el Centro Universitario de los Lagos, a través de asesoramiento e intervención de programas culturales, ha contribuido a una amplia difusión de la cultura en la región Altos Norte. Sin proporcionar títulos ni credenciales, ha colaborado con todos los medios a su alcance para que el estudiante o ciudadano común sea capaz de abstraerse —gracias a la música, a los conocimientos, a las bellas artes, al disfrute de un libro— del peso agobiante de una civilización que no puede comprender ni conocer del todo, por su ritmo vertiginoso, y que lo único que destila, en ocasiones, son anuncios y más anuncios de nuevas metas y objetivos de consumo.