Presentación de prácticas profesionales de Psicología 2016-A

Como parte de su formación, los estudiantes de la carrera de Psicología deben cubrir prácticas en tres (como mínimo) o cuatro (como máximo) de las cinco áreas de trabajo: psicología clínica, psicología social, psicología laboral, psicología educativa y psicología especial. Cada ciclo deben también exponer en un coloquio los resultados de sus prácticas. El jueves 26 de mayo se llevó a cabo la presentación de los informes de las actividades realizadas durante este ciclo. Alumnos de las sedes San Juan y Lagos de Moreno se reunieron en el Edificio de Investigación y Tutorías, durante toda la mañana para exponer brevemente la metodología utilizada, la teoría en la que se fundamentó su trabajo, el contexto en el que lo realizaron, y los resultados obtenidos en sus labores en instituciones en su mayoría públicas.
 
El mayor énfasis estuvo en la exposición de la explicación de la problemática. Partiendo desde aspectos particulares, la tendencia a la que se enfrentaron la mayoría de las veces fue a la tensión que existe entre la individualidad de los sujetos y la complejidad de los contextos en los que se encuentran inmersos. También dieron cuenta sobre cómo desde la práctica se acude a diversas teorías y cómo se reconfigura el conocimiento adquirido en las aulas a partir de la experiencia directa de la intervención, siendo necesario en muchas ocasiones improvisar o reformular el plan diseñado cuando se realizó el diagnóstico de la situación.
 
Un aspecto muy interesante, y quizá la constante más eficaz en el momento de la intervención estuvo en el acompañamiento individual: el rescate de la experiencia propia del educando, del paciente o del trabajador, de sus necesidades inmediatas, de la ubicación de ese individuo en su contexto específico y desde su historia personal. La escucha como primera herramienta para ubicar el valor que el individuo tiene desde su calidad de persona: niño, mujer, adolescente, trabajador… con el objetivo de modificar conductas inmediatas y propiciar estrategias que en los individuos pudieran surtir efectos a largo plazo.
 
Otra constante fueron las dificultades a las que los practicantes se enfrentaron desde los limitados horarios para cumplir con la atención a un gran número de usuarios; así como la dificultad para ajustar un plan a los objetivos específicos perseguidos por empresas, instituciones educativas o de salud, en que se desplazan a otro plano las necesidades psicológicas de la comunicación, la atención, el manejo de las emociones personales, y se genera nuevamente la tensión entre el individuo y su entorno. La resolución de los problemas que dieron los practicantes partió del sustento teórico y se enfrentó en múltiples ocasiones a la frustración, la impaciencia, y la inmediatez para la atención a un problema que la mayoría de las ocasiones tiene su origen en las historias de vida y en los contextos complejos en los que los individuos están insertos. Esto fue solucionado creativamente por parte de los practicantes, con la asesoría de sus tutores de prácticas, deviniendo en la mayoría de las ocasiones en experiencias gratificantes y de mucho aprendizaje obtenido a partir de la experiencia directa.
 
Al final de la jornada se dio oportunidad a una retroalimentación por parte de las instituciones receptoras. Catorce representantes de instituciones públicas como el DIF de diferentes comunidades que pertenecen a la región Altos Norte, del CONALEP, de USAER (escuelas de educación especial) y Hospital Comunitario de San Juan de los Lagos, y de particulares como la empresa Tabitas, acudieron para dar cuenta de los beneficios obtenidos con la colaboración de los practicantes, que fueron mutuos. Fue muy importante el mensaje de estos receptores en el momento de incentivar a los jóvenes en el esfuerzo por el trabajo profesional.
 
El mensaje para ellos fue que en el ejercicio de su profesión debe partir de la honestidad consigo mismo como individuos, el compromiso con la sociedad, la conciencia de que los espera un mundo demandante, no reconocido, en un contexto con pocos espacios para este ejercicio, y en el que por lo mismo deben surgir iniciativas propias. También en el reconocimiento a la figura y la necesidad del psicólogo, que generalmente se suple con programas y estrategias que no están adecuados a la población; de ahí la importancia de la valoración de la dimensión del trabajo del psicólogo, de contar con profesionistas preparados, en una experiencia que marca más que el final de un período el inicio de la carrera profesional.