Yon Sunh-Hee: la lectura como forma de imaginar y vivir otras experiencias

Este martes 28 de noviembre se llevó a cabo una charla entre Yon Sunh-Hee, escritora perteneciente a la nueva oleada de literatura coreana, y estudiantes del Centro Universitario de los Lagos, Sede Lagos de Moreno, como parte del programa Ecos de la FIL. El público fue convocado en el Aula Magna Doctor Cirilo Medina Gutiérrez a las 12:00 horas. La escritora Yon Sunh-Hee fue invitada por el Korea Literature Translation Institute, quien la convocó a la FIL este año para la presentación de su libro Espectadores (Bonobos, 2016), primero de sus títulos que es traducido al español. En su visita al CULagos comentó un poco algunas anécdotas de dicho libro, y de manera especial compartió su experiencia como escritora.
 
Al inicio del encuentro charló principalmente acerca de su obra novelística, destacando sus novelas cortas, así como algunos cuentos, comentando que este tipo de narrativa es la que ejercita de manera más frecuente, en contraste con la única novela larga que ha escrito. Leyó en coreano —con la interpretación al español a cargo de Mi Young Moon—, un ensayo sobre cómo se adentró al mundo de la escritura y cuál es su experiencia al momento de escribir, reflexionando acerca de su creencia de que al haber tenido una vida ordinaria, era necesario imaginar experiencias y acercarse a las lecturas (destacando la de Tom Sawyer, en su infancia), para crear historias, vidas de personajes y así dar paso a la ficción. En sus novelas, hace mención de viajes al otro lado del mundo.
 
En el momento del diálogo, y como respuesta a una de las preguntas comentó que, dada la posición geográfica y política de Corea del Sur, un país del cual no es posible transportarse a otros países por vía terrestre, la lleva a imaginar con más intensidad lugares lejanos. “Estar desconcentrada” fue una frase que mencionó constantemente a lo largo de su charla. Pero más allá de ser sólo una frase, es una forma de vida para la escritora: describe esta acción como el momento en que un niño observa algo y se queda allí, desconcentrado de lo demás: “Siento cariño por mis personajes, que se encuentran desconcentrados desde el principio hasta el final (de mis historias)”. Mencionó que a lo largo de dieciocho años de practicar la escritura se ha esforzado mucho por mantenerse desconcentrada para escribir.
 
Por: Aquetzalli González
Fotografías: Alejandra Coss